LA SILLA DE FERNANDO Y LA EMPANADA DE POLVORONES

He visto un documental llamado "la silla de Fernando". Resumen de la producción: siento a Fernán Gómez en una silla, le pongo una cámara delante, le hago hablar. Doy al REC.

Podría parecer que no fuera necesario nada más, y sin embargo... ¡Qué desilusión! No sé cómo lo han hecho pero han conseguido que lo que se dice no tenga interés y..., lo peor, que el entrevistado adquiera la forma de abuelito chonchón del que se rien con osadía de poetas malditos sus descastados nietos.

¿Los entrevistadores han desvelado un Fernán Gómez de Chichinabo o se han revelado a sí mismos como unos entrevistadores pazguatos?

Esta es mi duda.

Dolorosa duda, porque, o bien mi admirado Fernando estaba hueco por dentro o bien los entrevistadores realizaron la película tras ponerse ciegos a empanada de polvorones, novísima delicatessen que te venden en "el club del gourmet" del Corte Inglés.


Heme aquí con Adela preparando en nuestros ordenadores nuestra nueva trilogía "Los rincones del alma o los calamares a la romana"