ADICCIONES

No sé en que mundo vivimos, ni cómo hemos llegado hasta aquí pero a mi ningún científico será capaz de refutarme la idea de que en el genoma del ser humano hay una partecita que constantemente, año tras año, generación tras generación va transmitiendo la adicción al maltrato.

No se puede entender cómo consentimos que nuestros allegados nos traten como basura, cuanto más allegados, más basura, la sonrisa, la paciencia está para otros, para los de fuera; la sonrisa y la paciencia se erigen en comportamiento social, ¿el familiar? el desprecio, las malas palabras, los frases ariscas, las prisas...

El adicto aguanta y aguanta, no sabe muy bien por qué, quizá la costumbre, es posible que ya no recuerde otra forma de ser tratado, o simplemente sea culpa de su genoma.

Situación A: Comida familiar, madre con dos hijos,uno vive en la casa y el otro fuera:

HIJO DE CASA- Joer mamá, no sé porque cojones tienes que echarle pimiento a las comidas, ¿no sabes que no me gusta, hostia?
MADRE (Con tonito lastimero, es una adicta al maltrato)- Apártalo.
HIJO DE CASA (refunfuñando)-¡Apártalo, apártalo...
HIJO DE FUERA- Está muy buena la comida, mamá, ¡que bien te salen estos guisos!


Situación B: El HIJO DE FUERA de la situación anterior ahora en su casa, con su pareja.

MUJER DEL HIJO DE FUERA (Llegando con dos platos)- ¡Vaya mierda de mantel has puesto! ¡Es que no tienes gusto ni pa poner la mesa!. ¿Para que me pones una copa? ¡Que no me pongas copa, hostia, que me gusta beber el vino en vaso!
HIJO DE FUERA- Apártala.
MUJER DEL HIJO DE FUERA- ¡Apártala, apártala...


Nótese que este tipo de maltrato y su correspondiente adicción está indisolublemente vinculado al ámbito familiar, por eso casi siempre las adictas al maltrato somos las mujeres y los maltratadores los hombres, porque aquellas suelen ser las que llevan las casas. Pero no es maltrato de género solamente, es maltrato familiar, maltrato de cualquiera (sea hombre o mujer) con su pareja, el de cualquiera, hijo/a, con su madre/padre, el de cualquiera, madre/padre con su hijo/a, etc. etc.. el maltrato producido por la cotidianidad, por el roce permanente. Es desesperante, ¿por qué el conocimiento ha de arrastrar esta cruz? ¿Es que la familiaridad no tiene otra posibilidad de desarrollo que la putrefacción de las relaciones?

¡Auxilio!¡Socorro! ¡Que alguien nos ayude!

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