AMISTAD

Ayer escribí a X. Ricardo, de Rianxo, amigo de los 16.
Primer hombre-amigo, luz en mi despertar umbrío, digo sombrío, compañero de risas,  juegos,  pies en el mar y Amancios Prada.

Un día quise irme y soñar. Él sin hablar me dijo "no te vayas".
Amé su amor y me fui. Reté al tiempo y a los kilómetros.
Fingí que no pasaba nada.

No pasó,
al menos no pasó de repente.
Viajamos. Caminos distintos. Amigos. Lecturas. Amores.

De pronto, no tenía su teléfono.
¿Vive su madre? ¿Como estarán sus hermanos, su hermana, sus sobrinos?
¿Quien será Eva?

¡Tonta -me dije-  retar al tiempo!

Ayer, cuando escribía me agarré.
Sigo siendo yo y él sigue siendo él.




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