SOBRE FRACASO Y AMARGURA

¿Suena bonito el título,verdad? Fracaso y amargura así en abstracto, tienen un halo de romanticismo, un sabor a poeta maldito a lo Leopoldo María Panero o a artista incomprendido (modelo Van Gogh). Sí, la pose de fracasado tiene cartel, digamos que aunque no es lo más de moda tampoco está demodé. Todavía uno puede lucirse diciéndole al mundo “¡soy un fracasado!” o gritar con voz ronca la versión peliculera “¡soy un perdedor!”.


Pero los cimientos crujen cuando alguien en medio de una discusión (e incluso sin discusión de por medio) te dice que eres una fracasada, una amargada o una perdedora. La reacción, y la conozco, te transporta en milésimas de segundo al no-espacio, a un no-lugar infernal, del cual resulta bastante complicado salir…


Silencio, ideal para meterse dentro de uno mismo. Hágase tan largo como se pueda.


pero se sale…


Aquí puedes necesitar una respiración profunda. Hazla.


... pasa tiempo, y si uno está dispuesto a vivir, (y sus hados también están por la labor) encuentra que el fracaso no es más que otra etapa en el camino.


Esto dice María Zambrano:


Y yo entiendo:

-Mercedes, claro, los que a tu paso han dicho, “ahí va la fracasada” no sabían que tú estabas arrasando y destruyendo para construir tu propio camino.

-Pero, ¿qué camino?

-Yo que sé, Mercedes, no quieras saberlo todo.


Lástima que el camino sólo se vea cuando ya está acabado y su misión cumplida, esto lo sabía bien Tom Sawyer cuando ideaba su muerte con el fin de ver a sus amigos alabándole el caminito.


Pero volvamos al fracaso que es parte de la vida más que de la muerte. El ojo que ve el fracaso es benévolo y voluble, tanto el tuyo como el ajeno, fracaso en el otro es triunfo para ti, fracaso hoy es triunfo mañana, tu fracaso es mi triunfo … y tantas otras combinaciones consoladoras que convierten el fracaso en algo pasajero.


“Nuestra vidas son los ríos” dice Jorge Manrique, y los ríos movimiento, y el movimiento cambio, y los cambios instantes sucesivos. El fracaso (y el triunfo) es un instante que se sucede, instante que cambia a instante, instante imposible de embotellar… instante que florece y se marchita.


El domingo es el ensayo general de la obra de teatro en la que llevo trabajando unos meses; ante la mirada del espectador aparto el susto (que lo tengo) y dejo paso al ojo que disfruta instantes.

3 comentarios:

david dijo...

Enhorabuena! es lo que más me gusta de lo que llevas aquí escrito, te estás superando, caminando y destruyendo. Guapa!

Anónimo dijo...

Mercedes, hace unos meses vi el documental "El Desencanto" y me fascinó conocer a los Panero. Ahora que te leo, me vuelven algunas de sus imágenes a la cabeza...ese camino que duele cuando uno no deja de ser "uno mismo".
Gracias por ayudarme a comprender un poquito a María Zambrano.
Nos vemos en Málaga.

Marina dijo...

Brujita!!! Me ha encantado leerte... saborearte... profundizarte... seguir conociéndote... Hace tiempo cuando descubrí tu blog por casualidad, te envié un comentario y una invitación al mío... no se si lo has recibido (por las dudas): marinagutierrezrequena.blogspot.com
¡Te mando un abrazote! TK