Matías salió de vacaciones y le dejó a Pedro, exitoso amigo, una caja en la que Matías había guardado su libertad.
A la vuelta visitó a su amigo. Cogería la caja y la abriría. Estaba dispuesto a no volver a cerrarla nunca más.
Cuando se la pidió a Pedro, este ni recordaba la caja de la que le hablaba. Había tenido que mudarse de casa, su novia le había dejado y "sinceramente ni me acuerdo de tu caja ¿qué tenía?"
2 comentarios:
Impresionante, me deja con una terrible reflexión: Qué doy, por qué lo doy, a quién lo doy... Por qué no me lo quedo.
Unas reflexiones muy buenas y un blog estupendo.Saludos.
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